Ahora van a buscar votantes al estado vecino

A Yucatán lo odia el PRI. Desde 1967, cuando Mérida decidió darse un verdadero presidente municipal, en el centro priísta del momento voltearon a ver al estado de las piedras calientes y la planta de la fibra dura regalada a otros países desde aquí mismo. "¡Se están rebelando!" Exclamaron los locales. "¡Hay que darles un escarmiento!"

Así, el escarmiento inicial fue el envío del triste ser humano, encarnación del PRI en toda su historia, llamado Alfonso Martínez Domínguez. Era de Monterrey. Se le encargó venir a Yucatán y regañar a los yucatecos. Llamarles la atención porque habían osado elegir libremente un alcalde y se disponían a colocar a ese alcalde como gobernador.

Hacía 1 sexenio que dejaban mal a Loret de Mola. "Aún no era necesario", pensaban los de arriba. No es el momento de Loret y quizás nunca lo sea, comentaban los jerarcas desde la ciudad azteca. El tío Carlos se la pasaba esperando la llamada que finalmente no le tocó a él, sino a Torres Mesías. Porque en ese entonces, no se movía hoja de árbol sin permiso del Caudillo, sacralizado por el PRI en la omnipotente presidencia de los 71 años.

"Pero el asunto se está poniendo fuerte... ahora hay que poner a Loret... es el único que podría ganarle a Correa..."
comentaban en el centro después del fracaso de Torres. Otro personaje se la pasaba el día entero, decían, en cortos internos, esperando la llamada del rojo. Él se creía el ungido y se lo decía a sí mismo todos los días, temblando ante la posibilidad de que el asunto fuera para Loret, dadas las circunstancias.

¿Le había llegado la hora a Loret? Pero Loret era hueso difícil de roer, difícil de priizar en forma completa. Creía en la honestidad y rechazaba -como lo demostró con los mieleros y en contra de los gobernadores de los estados vecinos de Yucatán- los arreglitos bajo la mesa. ¿Podría soportar el PRI semejante intromisión?

El detonante fue Corre Rachó. Se generó una campaña feroz. En esa época se veían y oían 10 objetos para el PRI y 1 para el PAN (anuncios, pancartas, abanicos, etc.) No recuerdo algo así como un debate. No creo que se haya dado. El sistema PRI era impedir que los contendientes parecieran del mismo tamaño. En la TV, el tamaño de los candidatos se mide por lo que dicen. Eso ponía a los candidatos priístas en peligro de aparecer con su valor humano real al ser comparados con los candidatos panistas que siempre perdieron.

Si Loret de Mola hubiera sido el gobernador en vez de Torres Mesías, quizás Corre Rachó jamás hubiera sido presidente municipal de Mérida. A Loret como gobernador, el propio Correa le propinó un respeto semejante al que él recibió del contrincante. Fueron un gobernador y un presidente municipal que se entendieron bien a favor de la ciudadanía. Pero no volvió a ganar el PAN sino hasta que Manzanilla, el teórico enamorado de la democracia, deseó que sucediera lo que sucedió (y que luego le costó el puesto).

Hoy pienso que es mejor lo que sucedió. Correa dio una buena batalla y Yucatán fue ejemplo de democracia.

Pero el clima que gestó nuestro aislamiento ya estaba dado. Cancún, en vez de convertirse en periferia de Mérida, el centro cultural, industrial y de entrada natural, (a la Costa Azul del sur de Francia, ¿se llega en forma directa o a través de París? ¿Por qué será?) se convirtió en el gran competidor de todo lo que antes podría haber sido Mérida. Lufthansa dejó de volar a Mérida. Otras intentaron, pero los vuelos vienen y van casi vacíos a los puntos del extranjero. Y antes de China y del TLC, los vuelos a Miami era para comprar chucherías para presumir.

¿En dónde estaban los próceres yucatecos, los rimbombantes señores de los campestres para evitar el cancunazo? Mérida era la entrada natural. Los caminos a los edificios mayas, el paso obligado. El desarrollo industrial de la zona, una obligación moral.

Que no nos pregunten los del PRI hoy por qué en Yucatán el PAN ganará por muchos años más. Que no se coludan con otros estados, porque entonces... ¿de qué se trata? ¿Eso queremos?

Si te traen del Caribe para votar el 20 de mayo, ¡hazlo por el partido que SÍ habría evitado, desde la creación de Cancún, que tengas que irte de tu pueblo a encontrar trabajo!

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