Vicente Fox, el Jeep Rojo, su esposa y el empresario
Martha Sahagún, la esposa de Vicente Fox, se entretuvo durante el sexenio con su "Fundación México". Le pareció que la mejor manera de provocar transferencias de dinero de los llamados "ricos" hacia los llamados "pobres" era a través de su fundación. Si se analiza la estructura de la dichosa fundación, seguro que nos vamos a encontrar con que todo está "en orden". Sería perder el tiempo tratar de encontrar por ahí algún hecho delictivo. Sería grande la estupidez de los involucrados en caso de que ése fuera el caso. Esa investigación, además, la van a hacer "otros".
Ahora vamos a tratar de razonar con cuidado el asunto del "Jeep Rojo".
Regalarle un Jeep al presidente es un asunto que tiene que pasar por la contraloría. Probablemente la ley dirá que no podría aceptarlo. No sabemos, sin embargo, si el regalo de Martha Fox a su esposo también sea un asunto que deba de ser contabilizado públicamente y, posiblemente, también prohibido.
Martha Fox no ha dicho nada con respecto al Jeep Rojo. ¿Qué dirá? Supongamos que todo lo que ha declarado el regalador que ha confesado su acto, sea cierto. ¿Por qué le regaló el Jeep a Martha? Él "empresario" dice hoy que fue atocigado por la mujercita para que se produjera el regalo. Tendríamos que imaginarnos ese atocigamiento en alguna forma:
El "empresario", según dicen, declara que finalmente accede al regalo del Jeep Rojo porque pensaba que con esa inversión de $250,000 pesos, ya podría hacer jugosos negocios con el gobierno federal por todo el tiempo que Fox estuviera en la presidencia. Este empresario, de plano, no sabe nada de leyes. El pobrecillo ignorante, no sabía que para hacer negocios con el gobierno federal tienes que entrar a concursar cada obra que intentes hacer. Y tampoco sabía el ingenuo que cada vez que entraras a concursar, no existiría ninguna, ni la mínima seguridad, de que se le daría a él o a su empresa, el contrato.
Es decir, tiró $250,000 pesos a la basura. No, no a la basura cualquiera. Los tiró al pozo de la ignominia nacional mexicana y ahora, su regalito de $250,000 pesos está causando una gran confusión en la ciudadanía mexicana. Vicente Fox, el bonachón, el primero en hacer pública su declaración de bienes (que ahora vemos, no incluyó el regalo de Marthita), es un hombre deshonrado porque aceptó de su esposa un Jeep Rojo de $250,000 proveniente de un donativo entregado a una Fundación por un empresario que quería tener "jugosos contratos" con el gobierno federal, y creyó que los podría lograr con ese regalo.
Claro, falta que el empresario sea profundamente investigado para saber cuántos fueron los contratos que logró en esa forma. Los que están haciendo públicas estas notas son enemigos acérrimos de Vicente Fox, del panismo, de Martha Sahagún y de la posibilidad de que los mexicanos puedan confiar algún día en algún político.
El presidente Felipe Calderón tiene la oportunidad de ver lo que puede suceder cuando alguien hace algo que puede algún día interpretarse como torcido, secreto, oscuro o deshonesto. La ventaja que tiene Calderón es que su esposa es una mujer con buenas horas de vuelo en la política. Ha sido diputada federal y sabe de qué se trata el juego.
Vicente Fox, el aspirante a cristero y admirador de ese movimiento, está hecho pedazos. Cuando vea el Jeep Rojo y trate de tocar el volante, las manos le arderán. Ya nos mencionaron que tiene una cochera en la que caben 15 vehículos. Nos han dicho esto unas 20 veces en todos los medios. En ninguna de estas veces nos han redondeado la cifra de los vehículos con títulos de propiedad a nombre de Vicente Fox o de su esposa. Es más, hasta este momento no sabemos a nombre de quién está el Jeep Rojo.
Realmente, Vicente Fox no le exige gran cosa en bienes materiales a la vida. Un Jeep Rojo, que tiene desde 2002 (ya debe de estar un tanto aplaudido, envejecido, con fallas mecánicas por todos lados). ¿Tan fregado está económicamente que no puede comprarse un vehículo más nuevo para evitar las idas al taller que el Jeep Rojo le debe de estar exigiendo?
Nuestro potencialmente retrasado mental empresario, el donante del Jeep Rojo, debe de decirnos cuántos contratos se ganó por haber regalado ese Jeep, porque en esos contratos está el delito, no tanto en el Jeep Rojo. Ahora bien, si no hay tales contratos, si el procedimiento para que el Jeep Rojo quedara en manos de Vicente Fox fue legal, entonces el periodista que lanzó esta estúpida narración debe de ser acusado de difamación (no de calumnia, dado que el Jeep sí fue un regalo y existe, suponemos), deben de cuantificarse los daños morales causados a Martha Fox, al empresario tontito y a Vicente Fox para que comience a pagar la cantidad que compensará su mal.
El periodista, de no pagar, será un delincuente más que queda impune en la historia mexicana.
Technorati Tags: Vicente Fox, Jeep Rojo, Martha Sahagún, Regalos a presidentes
Ahora vamos a tratar de razonar con cuidado el asunto del "Jeep Rojo".
Regalarle un Jeep al presidente es un asunto que tiene que pasar por la contraloría. Probablemente la ley dirá que no podría aceptarlo. No sabemos, sin embargo, si el regalo de Martha Fox a su esposo también sea un asunto que deba de ser contabilizado públicamente y, posiblemente, también prohibido.
Martha Fox no ha dicho nada con respecto al Jeep Rojo. ¿Qué dirá? Supongamos que todo lo que ha declarado el regalador que ha confesado su acto, sea cierto. ¿Por qué le regaló el Jeep a Martha? Él "empresario" dice hoy que fue atocigado por la mujercita para que se produjera el regalo. Tendríamos que imaginarnos ese atocigamiento en alguna forma:
- Martha lo llamaba por teléfono todos los días para recordarle del Jeep.
- Martha lo iba a ver cuando estaba en su deporte (golf, tenis)
- Martha lo interceptaba cuando salía de su oficina
- Martha lo interceptaba cuando iba a comer a algún restaurante
- Martha lo abordaba a la salida de la misa
El "empresario", según dicen, declara que finalmente accede al regalo del Jeep Rojo porque pensaba que con esa inversión de $250,000 pesos, ya podría hacer jugosos negocios con el gobierno federal por todo el tiempo que Fox estuviera en la presidencia. Este empresario, de plano, no sabe nada de leyes. El pobrecillo ignorante, no sabía que para hacer negocios con el gobierno federal tienes que entrar a concursar cada obra que intentes hacer. Y tampoco sabía el ingenuo que cada vez que entraras a concursar, no existiría ninguna, ni la mínima seguridad, de que se le daría a él o a su empresa, el contrato.
Es decir, tiró $250,000 pesos a la basura. No, no a la basura cualquiera. Los tiró al pozo de la ignominia nacional mexicana y ahora, su regalito de $250,000 pesos está causando una gran confusión en la ciudadanía mexicana. Vicente Fox, el bonachón, el primero en hacer pública su declaración de bienes (que ahora vemos, no incluyó el regalo de Marthita), es un hombre deshonrado porque aceptó de su esposa un Jeep Rojo de $250,000 proveniente de un donativo entregado a una Fundación por un empresario que quería tener "jugosos contratos" con el gobierno federal, y creyó que los podría lograr con ese regalo.
Claro, falta que el empresario sea profundamente investigado para saber cuántos fueron los contratos que logró en esa forma. Los que están haciendo públicas estas notas son enemigos acérrimos de Vicente Fox, del panismo, de Martha Sahagún y de la posibilidad de que los mexicanos puedan confiar algún día en algún político.
El presidente Felipe Calderón tiene la oportunidad de ver lo que puede suceder cuando alguien hace algo que puede algún día interpretarse como torcido, secreto, oscuro o deshonesto. La ventaja que tiene Calderón es que su esposa es una mujer con buenas horas de vuelo en la política. Ha sido diputada federal y sabe de qué se trata el juego.
Vicente Fox, el aspirante a cristero y admirador de ese movimiento, está hecho pedazos. Cuando vea el Jeep Rojo y trate de tocar el volante, las manos le arderán. Ya nos mencionaron que tiene una cochera en la que caben 15 vehículos. Nos han dicho esto unas 20 veces en todos los medios. En ninguna de estas veces nos han redondeado la cifra de los vehículos con títulos de propiedad a nombre de Vicente Fox o de su esposa. Es más, hasta este momento no sabemos a nombre de quién está el Jeep Rojo.
Realmente, Vicente Fox no le exige gran cosa en bienes materiales a la vida. Un Jeep Rojo, que tiene desde 2002 (ya debe de estar un tanto aplaudido, envejecido, con fallas mecánicas por todos lados). ¿Tan fregado está económicamente que no puede comprarse un vehículo más nuevo para evitar las idas al taller que el Jeep Rojo le debe de estar exigiendo?
Nuestro potencialmente retrasado mental empresario, el donante del Jeep Rojo, debe de decirnos cuántos contratos se ganó por haber regalado ese Jeep, porque en esos contratos está el delito, no tanto en el Jeep Rojo. Ahora bien, si no hay tales contratos, si el procedimiento para que el Jeep Rojo quedara en manos de Vicente Fox fue legal, entonces el periodista que lanzó esta estúpida narración debe de ser acusado de difamación (no de calumnia, dado que el Jeep sí fue un regalo y existe, suponemos), deben de cuantificarse los daños morales causados a Martha Fox, al empresario tontito y a Vicente Fox para que comience a pagar la cantidad que compensará su mal.
El periodista, de no pagar, será un delincuente más que queda impune en la historia mexicana.
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Comentarios
The idea here is excellent. The thing is to get more people to respond to these questions. There should be a way not to allow repeaters, though. Whoever started this is doing a good job. Some questions need better rephrasing plus maybe one or two more choices for the respondent.
20 de octubre de 2007 13:49
Primero de todo, gracias por interesarte y dejar un comentario. Con respecto a conseguir que acceda más gente es difícil porque yo vivo en España y pocos hablan un inglés fluido... Lo de los "repeaters" creo que ya está solucionado, no puedes votar una vez has votado, o eso creo. Y lo que no entiendo es lo de "better rephrasing" me imagino que será matizar más en las preguntas. Bueno y eso era todo. Gracias.
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