Resultados de encuestas de salida según "Milenio"



El electorado optó por un cambio dudoso:

Encuesta: 51.2%, Angélica Araujo; 37.3%, Beatriz Zavala; 2.5%, PRD

Reales: PRI: 49.4%, PAN: 45.2% (94.6% PREP)

La minoría mayor —menos de la mitad— del electorado de Mérida le marca un límite discutible a 20 años de excelentes gobiernos municipales y el mejor gobierno estatal que haya tenido en 100 años: sustentan los números y nada más los números, esta opinión.
Consideramos que el resultado no tiene nada qué ver con la calidad ni de los candidatos ni de las propuestas, y mucho menos de la historia de nuestra ciudad durante los últimos 25 años. El resultado del "día del ciudadano": gana un camino producto de la mercadoctenia y no del razonamiento basado en información sólida.
Es una lástima. Mérida dejará de ser un oasis de buena administración para convertirse en un botín más, extensión del gobierno del estado que jefatura Ivonne Ortega Pacheco.
¿Ustedes creen que Angélica Araujo siente que le debe su victoria a los habitantes de Mérida? ¡No! Ella ha llegado a convertirse en todo lo que relampagueantemente se convirtió gracias a su "jefa", la gobernadora Ortega: pasó así de inventora de delitos en Cousey, luego IVEY, a diputada fedaral que quizás jamás se sentó en una curul —eso sí, recibió camioneta— y ahora a presidenta municipal de Mérida, una ciudad que durante 20 años fue ejemplo en Latinoamérica de asentamiento humano con historia finalmente bien gobernada, tanto administrativa como históricamente.
¿Quiénes son los culpables de lo que vamos a sufrir ahora los meridanos?
Ésta es la relación, sin discusión:
1) Un gobernador panista que jamás ejerció el poder en la forma que debió haberlo hecho. Patricio Patrón Laviada, cuando como líder moral de Acción Nacional tuvo la oportunidad —y obligación por idiosincrasia regional— de meter en orden a Luis Correa Mena y a Ana Rosa Payán Cervera, los contempló desde lejos, dejando que destruyeran, pedazo por pedazo, todo lo que se había construido palmo a palmo durante más de 50 años de lucha con una escasa y tibia sociedad civil, venida a menos al tener el poder.
2) Medios masivos de comunicación que, con una excepción, se dedicaron a denigrar a como diera lugar cada acción tanto del gobierno de Patrón Laviada —incluso a nivel nacional, en el caso de TV Azteca, financiado por una específica familia de inmigrantes— como de cada uno de los presidentes municipales que tuvo la ciudad en esos años. Los logros y el orden administrativo y financiero, el CERO endeudamiento, el CERO atraso en los pagos a proveedores les valió un sorbete a ese 49.4% de electores del 16 de mayo de 2010.
3) El medio tradicional yucateco —la excepción— que decidió dejar de ser impulsor de la sociedad civil y convertirse en crítico de pocas pulgas de cualquier acción de los gobiernos emanados de Acción Nacional, levantando sospechas sin dejarlas claras después de encontrarlas aclaradas y luego ignorando o no atendiendo actos de mal gobierno perpetrados, uno tras otro, por el gobierno estatal que tomó posesión en agosto de 2007, medio que, además, pasó de estar en más de 50% de las casas de Mérida, a menos de 25% de las mismas durante los 19 años transcurridos.
4) Una minoría mayor ciudadanía altamente superficial, que no vio con claridad las diferencias reales entre la calidad de gobierno ejercida por cada uno de los responsables que tuvieron cargos vía Acción Nacional y el ejemplarmente frívolo, manipulador, ilegal y de plano, desordenado en su administración, gobierno del estado de Yucatán. Una minoría mayor que no supo captar la diferencia en la calidad humana de Beatriz Zavala y Angélica Araujo. Éste es el elemento más importante de todos: una minoría mayor que no tuvo la capacidad de entrever lo que realmente estaba sucediendo y se tragó de un bocado, que ahora la indigestará, las mentiras, verdades a medias, difamación y de plano, calumnia, de medios mediocres que sólo supieron obedecer al postor de sus notas y no a la obligación de transferir información fidedignamente responsable a sus auditorios.
Mérida cuenta aún con 44.2% de gente capaz de darse cuenta más allá de la falsedad y mediocridad de medios que sólo buscan su subsistencia y no el cumplimiento del deber de informar con inteligencia y con estímulo para invitar al análisis.
No, no me voy a sentar a escribir aquí las típicas, encajonadas palabras exaltando una "fiesta cívica". No lo fue. Fue una ceremonia en la que ganó la mentira, la falsedad, la mediocridad, la frivolidad administrativa, la manipulación política y las tendencias autoritarias y nada transparentes. El porcentaje de votantes fue históricamente bajo. Típicamente, cuando son pocos los que acuden, ganan los desinformados. Cierto: los que no fueron a votar hoy, que lo habrían hecho para aumentar ese 44.2%, tendrán un cargo de consciencia porque son corresponsables del descuido que los meridanos pagaremos muy caro.
Y aquí, dejo bien claro que ésta es mi opinión personal, como un ciudadano cualquiera,y quizás no sea compartida por el resto del equipo de Artículo 7. Falta aún mucho para que en nuestra cultura mexicana-yucateca el ciudadano medio deje de pensar en su beneficio personal y entienda que el colectivo debe siempre anteponerse al individual si desea que el mérito de sus esfuerzos realmente sea respetado justa y sólidamente.
El 16 de mayo de 2010, Mérida, Yucatán, México, han retrocedido. Hoy somos una sociedad políticamente más ignorante y más frívola. Veremos progresivamente el deterioro de nuestra economía y el advenimiento de las crisis brutales. Entonces la ciudadanía volverá a reaccionar. Esperemos que cuando ese momento se produzca, los medios de comunicación hayan dejado de ser mercenarios de la corrupción y la mediocridad frívola de gobierno.
Paradójicamente, el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, emanado también de Accioón Nacional, está recibiendo, precisamente hoy, en España un premio internacional: Nueva Economía Forum 2009 al Desarrollo Económico y la Cohesión Social. Todo el mundo sabe que México está bien gobernado, excepto los mexicanos. Así de eficientes han sido sus medios para informar.
Hoy, esta "voz del pueblo" difícilmente pudo haber sido "la voz de Dios". Una más para los ateos.
Buenas tardes, conciudadano. ¿Nos vemos en 25 años?

Comentarios