El engaño del priismo al mexicano
"Entrevista a fondo a Patricio Patrón Laviada", ese fue el título dado a esa entrevista. Todo lo dicho por el personaje en esa entrevista podría haberse visto y leído en los videos y en los artículos sobre las entrevistas publicadas por el semanario Artículo 7. Son notas que fueron hechas entre enero y febrero de 2011.
Pero, ¡magnífico que ahora podamos leer exactamente lo mismo en el Diario de Yucatán. El semanario Artículo 7 puede imprimir, cada semana, alrededor de 13,500 ejemplares. Es un semanario muy sencillo, de 16 páginas, que se puede encontrar, a partir del sábado en la noche, en todas las farmacias YZA de la ciudad de Mérida, además de todas las farmacias Canto. También se logra colocar en algunos lugares que no lo han rechazado: Italiani's Coffe, Smoking Chico, etc. También se puede encontrar en el camellón central frente al súper "San Francisco", en el Paseo Montejo, de domingo a viernes.
En cambio, el Diario de Yucatán tiene una circulación de alrededor de 35,000 ejemplares diarios. Como 15,000 más se van a los pueblos del interior del estado de Yucatán.
Todos los demás periódicos que se imprimen en Yucatán emiten notas de dudosa confiabilidad. Se trata de escritos encargados por políticos, gobiernos o particulares expresamente contratados para decir lo que dicen. Las historias podrían ser eventualmente verdaderas, sin embargo, con respecto a la actitud de la mayor parte de esos periódicos sobre el gobierno de Patrón Laviada entre 2001 y 2007, quedó muy claro que se trató de una campaña mediática para sobajar la imagen de Patrón Laviada.
El triunfo de este individuo significaba algo más que lo que tenga que ver con el individuo mismo. El PAN había logrado ganar electoralmente el gobierno del estado de Yucatán con todo y que el gobernador Víctor Cervera Pacheco —quien mantenía un control férreo sobre todas las fuerzas políticas del estado vinculadas al PRI— hizo todo lo posible para evitar que se diera nitidez y transparencia en la elección, moviendo cielos y tierra para imponer un consejo ante el órgano que organizaría las elecciones que estaría sujeto a sus personales órdenes.
No lo logró. Cervera entró en desacato judicial al negarse a obedecer órdenes de magistrados. Finalmente tuvo que aceptar, rogándole a Vicente Fox que "no lo metiera a la cárcel". De hecho, todos estos priistas estaban seguros de que serían examinados en sus acciones y que pronto irían a la cárcel. Cervera tuvo a bien decirle a Patricio Patrón que él, en lo personal "no había sido el responsable del mal juicio a... " un acusado de matar a su esposa, cuyas pruebas para evitar ser inculpado jamás fueron aceptadas por la jueza encargada de llevar el caso.
¿A quiénes "culpó" Cervera? Podríamos colocar aquí mismo el nombre de la familia que se encargó de corromper jueces, periódicos locales y nacionales, políticos, congresos, diputados, reporteros, cadenas de televisión local y nacional y demás similares... pero no vamos a colocar el nombre por 2 razones: 1) porque no hay un solo yucateco que no sepa de qué familia se trata y 2) porque yo, en lo personal, les tengo miedo: no quisiera que me hicieran actuar de tal forma que mi vida —o la de algún ser querido o amigo mío— quedaría truncada para siempre. El mal que esa familia provocó es algo que aún le debe a la sociedad yucateca. "¿Consejo de seguridad nacional?" Y luego preguntan que por qué existe tanta desconfianza de la sociedad en general, en todo México, hacia esos órganos "especiales" nacionales. ¿Lo sabrá Martí?
Es tanto lo que Patrón Laviada tendría que "limpiar" de la mente de la gente —yucatecos y mexicanos en general— que se antoja una labor muy pesada, con muy pocos augurios de éxito. Sin embargo, es algo que este personaje no puede dejar de intentar. Está obligado a no pasar un solo día del resto de su vida tratando de aclarar la realidad de esos años.
El PRI se levanta de la nada, del polvo en que se había convertido en 2000, al ganar Vicente Fox, porque con gran agilidad —y una profunda perversidad, que debería ser tipificada como delito— arranca una maquinaria monstruosa entre los comunicadores para que estos hicieran, durante todo el régimen de Vicente Fox, exactamente lo contrario de lo que habían hecho durante los regímenes priistas: hablar mal, pintar mal, dibujar mal todo cuanto hacía el régimen de Vicente Fox. En forma sistemática se mancharon calumniosamente las obras correctas —buenas y bien logradas— de adjetivos negativos, en tanto que se inventaron por doquier actos inexistentes. El fin se logró: la ciudadanía mexicana se sintió idiota por haber decidido, por sí misma, provocar el cambio. Eso es exactamente lo que la campaña mediática perseguía.
El sistema PRI tiene una premisa escondida de acuerdo a la cual se autonombra, en forma tácita, el orientador oficial de la ciudadanía ignorante. Los fraudes electorales son convertidos en "fraudes patrióticos". Para el PRI el mexicano es un ser incapaz de gestionar por sí mismo los asuntos de sus comunidades, ciudades, estados y nación. El PRI se considerá a sí mismo el heredero histórico de la verdad del mestizaje mexicano; busca en toda forma evitar que la gente crea que puede gobernarse a sí misma, sin las siglas del PRI en alguna forma involucradas.
Y es exactamente eso lo que le hace sentir al mexicano cuando lo engaña, durante todo el régimen de Vicente Fox, haciéndole creer que todo estaba mal. Hoy, en 2011, es ya famosa la afirmación de la ex presidenta del PRI, Beatriz Paredes Rangel, declarando que "El PRI sí sabe gobernar". Esa frase, colocada en un momento en que en forma falseante y calumniadora se denostan todos los actos de gobierno de Felipe Calderón y de gobernadores panistas, cae exacta en el rompecabezas del "gobierno de la simulación" que ese partido promovió durante 71 años, continúo durante los 10 años de presidentes panistas y continuará en la medida en que los mexicanos no entiendan la realidad de las cosas.
Al momento de escribir estas líneas, México cuenta con una reserva en divisas de más de 120 mil millones de dólares. Hace 10 años y 3 meses, Vicente Fox recibió una resereva de menos de 20 mil millones. 10 años de gobiernos panistas lograron elevar la reserva en más de 600%. Cada sexenio los gobiernos priistas le obsequiaban a la ciudadanía mexicana una nueva crisis. Los que hoy leen y ven la realidad mexicana pero no tiene como punto de comparación las crisis recurrentes de 1982, 1988, 1994-95, no pueden tener los elementos suficientes para hacer comparaciones justas entre esas realidades y las que hoy tenemos. Son dos Méxicos completamente diferentes.
Patricio Patrón, en Yucatán, representa el triunfo de la sociedad para instalar gobiernos administrativamente decentes, confiables, transparentes, democráticos y seguidores estrictos de la ley. Solo no aplicaron la ley cuando esta habría caído con demasiada fuerza sobre los priistas. Les dieron una especie de "perdón histórico", creyendo que así se los sacudirían —ellos y la nación— y, sin embargo, la realidad nos muestra que les salió mal esa omisión. Los priistas han seguido ejerciendo el poder que ellos mismos contribuyeron a crear.
El sistema mexicano diseñado por los priistas dejaba al presidente prácticamente incapacitado para gobernar. Los presidentes priistas tenían una relación de autoridad real sobre los miembros del congreso, de ambas cámaras. No se les presentaban las leyes para que las estudiaran, sino para que las aprobaran —como paso de cajón— y el presidente, de inmediato, las aplicara.
Las cosas son muy diferentes hoy. El presidente ha enviado algunas leyes al congreso —las mas importantes y trascendentales, como la reforma fiscal que realmente se necesitaba, lo mismo que la reforma energética— que los legisladores del PRI, que aún son mayoría por extraña decisión del "sabio" electorado mexicano, se encargaron de rechazar, una tras otra. El combate a la delincuencia que tiene que ver con producción y distribución de sustancias prohibidas por la ley es un asunto en el que Calderón se enfrascó precisamente por ser de los pocos para los cuales no necesitaba permiso del congreso. De haber necesitado permiso, hoy los grupos encargados de producir y distribuir sustancias prohibidas, lo estarían haciendo libremente, a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, secuestrando y extorsionando a todos los que significaran obstáculos para hacer su trabajo.
Claro: era necesario exaltar las "bajas", sobre todo repetir todos los días que "están muriendo mexicanos por culpa del presidente". Y muchos pendejos se lo creen, porque no saber leer entre líneas, no saben ver la realidad: se entercan en ver lo que sus pasiones políticas del momento, levantadas por la información falsa originada entre priistas y priismo, les inspiran. Y así México, avanzando, tiene las peores anclas que podría una nación tener: la mala información en la visión de la realidad de sus ciudadanos. "Todo está mal", dicen. "Son peores que los anteriores", dicen algunos verdaderos idiotas útiles (para el priismo), con el cerebro lleno de pacotilla, esa basura que medios irresponsables, calumniadores, mentirosos y arrogantes se han encargado de inyectar en la mente del mexicano.
El que esto escribe creyó que Carlos Salinas de Gortari le había "dado al clavo". Pero no fue así. El régimen de Salinas mintió sistemáticamente con respecto a la base o sustento de sus cambios y omitió, en todo momento, renunciar al "placer" de ordenar la impresión de billete según lo requiriera la caja chica de presidencia.
Ernesto Zedillo sí tiene el valor —es necesario reconocérselo— de decidir dejar un Banco de México totalmente autónomo. Y Vicente Fox, dentro de su rancherismo e ignorancia —pero con un gran sentido de la ética, lo correcto y lo que convenía a la nación— lo mantiene en su lugar, comenzando así esa línea hacia la fortaleza económica de México que el PRI le había negado por décadas —y lo continuará haciendo si los mexicanos se lo permiten.
Buen 2011, partir de hoy, marzo 13.
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