Mentiritas a un lado, breve relato histórico de México 1970-2011
¿Recuerdan algunos que lo que los libros de historia decían acerca de los sucesos de nuestro país venía en diferentes versiones? Eso significaría que, a fuerzas, una versión de la historia era falsa y la otra era verdadera. ¿No es así? Pero, ¿cuál fue la falsa y cuál la verdadera?
Durante los últimos años ha sucedido algo parecido en nuestro país. En 1968 el país sufrió una crisis política y el ejército fue utilizado por el gobierno para avisar que el gobierno mexicano no estaba dispuesto a tolerar movimientos revolucionarios radicales.
En 1988 la elección presidencial colocó a Salinas de Gortari —se dice que le robaron la elección al izquierdista Cuauhtémoc Cárdenas— en el poder. En 1989 cayó el muro de Berlín, cayó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y se convirtió en Rusia (más otras naciones de la región). Los países de la Europa Oriental habían quedado "liberados": ya no tendrían que pedirle permiso a la ex URSS para hacer cualquier cosa.
Salinas de Gortari, amigo personal de George Busch (padre), consideró que había llegado el momento de verdaderamente aprovechar la cercanía de los Estados Unidos con México. Al caer el muro de Berlín en 1989, Salinas se dio cuenta de que pronto miles de capitalistas de Estados Unidos y Europa se irían a abrir nuevas empresas en esos países que habían quedado liberados, con gente preparada pero con salarios muy bajos. Eran países que casi estaban en ruinas económicas.
Salinas convenció a Bush de la conveniencia, para ambos lados, de firmar el TLC o Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Antes del tratado, el intercambio comercial con los Estados Unidos no pasaba de 22 mil millones de dólares. Hoy el intercambio está arriba de 300 mil millones. Bush terminó su periodo y aún no se había formalizado el tratado. Fue en noviembre 23 de 1993 que se logra la firma. El 1 de enero de 1994 entraría en vigor: estaban "en la puerta" más de 25 mil millones de dólares de inversión directa.
El 1 de enero de 1994 el EZLN le declara la guerra al gobierno mexicano. Las bolsas de valores de Estados Unidos anuncian: "Guerra en México". Y en vez de que entraran a México US$25,000 millones de dólares, salieron más de US$14,000 millones.
¿Que hizo Salinas? Continuar imprimiendo circulante como si la producción ya se hubiera elevado. Mantuvo durante varios meses el valor del peso frente al dólar artificialmente bajo, provocando, al salir de su mandato, la más grave crisis económica que jamás se haya dado en México. Es la crisis que le dio nacimiento al FOBAPROA. Era eso o provocar que todos los ahorradores perdieran todo el dinero que tenían en los bancos. Y claro, hay de ahorradores a ahorradores. Perder $5000 pesos no es gran cosa. Pero, ¿perder 10 millones?
¿Por qué se dio esa crisis? 1) Porque en vez de entrar inversión en 1994, salió por la "Guerra del EZLN", el asesinato del candidato presidencial Colosio y el asesinato de Ruiz Massieu en setiembre. 2) Porque todo el mundo había contratado deuda que pagaría a tasas por debajo de 10% anual, cuando estas se dispararon a 30, 40 y 50% anual. 3) Porque TELMEX —la recién comprada por Carlos Slim— se llevó los últimos 10 mil millones de dólares de la reserva (los compró con pesos, a $3 por dólar) para pagar pasivos que había contratado en dólares fuera de México. En ese momento México se quedó con una reserva de US$2500. Hoy esta es de US$123,000 millones.
Solo comparen ese cuadro: 1) El gobierno endeudado internamente con el FOBAPROA, 2) El gobierno endeudado externamente con más de US$160,000 millones, 3) Los mexicanos endeudados en pesos a tasas contratadas de menos de 10% anual, en ese momento ya arriba de 40, 50, 60 o hasta 100% anual. 4) La reserva total de US$2500. ¿Se imaginan ese "país"?
México había perdido ya 2 décadas (desde 1970 a 1995) "jugando" a imprimir dinero para mantener populísticamente contentos a los que se molestaron en 1968 y tuvieron que ser repelidos en forma sangrienta. En vez de eso, México habría podido: 1) disciplinarse con el Fondo Monetario Internacional y no imprimir circulante arriba de la producción; 2) Disciplinarse fiscalmente y no permitir que el gobierno tuviera déficit presupuestal; 3) Educar al mexicano a pagar impuestos; 4) Usar los impuestos en forma eficiente, honesta y transparente; 5) Democratizar la economía y la política; 6) Educar a la gente a no esperar que el gobierno sea el que deba resolver el problema de una chamba; 7) Abrir las fronteras —como se hizo con el TLC— para que la mercancía mexicana fuera aceptada en todo el mundo, dado que dentro de México se estaría aceptando ¡la que se pudiera pagar! 8) Haber renunciado al control del Banco de México desde 1970.
Nada de eso se hizo. Se gobernó México exactamente igual a como Yucatán se gobierno desde 2007 y a como Mérida se gobierna desde 2010. ¿Qué partido gusta de gobernar en esa forma? Tú, lector, entérate. Eso aquí no te lo voy a decir.
En forma de gran valor para la nación, oponiéndose a todos los criterios políticos de sus partidarios, el presidente Ernesto Zedillo decide dejar de imprimir a lo loco —le transfiere ese derecho al Banco de México, en forma autónoma— y en un camino cuesta arriba, muy pesado, con la ayuda de un préstamo que en forma muy complicada consiguió Clinton para México, va sacando al país de la peor crisis de su historia.
Si el TLC no se hubiese dado —es justo decirlo— habría sino cien veces más difícil salir de esa crisis. La pregunta es: ¿por qué no se promovió el TLC mucho tiempo antes? La respuesta: Porque los empresarios mexicanos fueron tradicionalmente "niños mimados", protegidos por el sistema que gobernaba México. Hacían como que producían, hacían como que pagaban impuestos, hacían como que pagaban salarios —y los trabajadores hacía como que trabajaban. Eso sí: tenían que estár firmes con el gobierno en todo. De lo contrario, les caía la guillotina fiscal. El único empresario yucateco atacado por ese sistema fue uno totalmente vinculado a los movimientos de oposición en Mérida.
Zedillo le entrega el país a Vicente Fox con una reserva de US$18,000 millones y un dólar a más o menos lo mismo que está hoy. Vicente Fox eleva la reserva —y, por lo tanto, la solidez del país para que sea atractivo a la inversión extranjera— a US$63,000 millones. Hoy, a 4.5 años, Calderón ya tiene esa reserva en US$123,000 millones.
López Portillo desaparece los fondos del Infonavit en 1982. En contraste, los 10 años entre 2000 y 2010, se construye 1 de cada 4 casas que han existido en todo México. Por primera vez en 50 años el flujo de personas que se va a los Estados Unidos a buscar trabajo, comienza a revertirse.
Vicente Fox se encuentra con un fisco empobrecido y comprometido a hacer grandes pagos al Fobaproa. Intenta hacer que todos los mexicanos contribuyamos según lo que eroguemos. Con el IVA generalizado, pero devolviendo cada año lo que pagaran de IVA más un "pilón" —así le llamó Fox— a las N familias más pobres de México, el gobierno federal habría tenido un margen de maniobra adecuado para generar inversiones en infraestructura que habrían servido para acelerar el desarrollo de las zonas menos desarrolladas. Se le negó sistemáticamente esa reforma fiscal, como también se negaron —pedidas por Fox y Calderón— las reformas clave: Fiscal, Energética, Educativa, Política y Laboral.
Todas las leyes que rigen esos temas provienen de las décadas de desastres económicos y financieros. Fueron creadas para mantener populísticamente contenta a una población que crece en la ignorancia social y política, en vez de haberse hecho lo necesario para transformarla en gente responsable, consciente de que en primera instancia está la responsabilidad de cada uno y que juntas, todas esas responsabilidades, hacen la nación.
En vez de ello se les educa para "cooperar" con "El Partido" a cambio de una dádiva.
¿Lo hacen así todos los partidos? ¿Es ese modelo de los años 70, 80 y 90 el modelo en el que creen todos los políticos? Busca las respuestas entre los políticos que tengas cerca. Te puedes llevar la sorpresa de que algunos de esos políticos ni siquiera entienden a consciencia la breve historia que te has tomado el trabajo de leer.
Lo que sí te puedo asegurar, apreciable lector, lectora, es que lo que aquí te he contado está apegado al orden real de los hechos. No me lo contaron: lo viví.
Gracias por tu interés.
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