¿Qué estrategia debe usar Calderón en el combate a la ilegalidad?
El día de hoy la producción y el mercadeo de las drogas —marihuana, cocaína, heroína y demás— no es legal. Si produces algo de esto, estás infringiendo la ley.
¿Que debería ser legal? De acuerdo: quizás la marihuana —que representa 80% de las acciones legales— sí. Pero, ¿lo demás? Este espacio, hoy, no es para debatir ese punto, sino el punto de lo legal y lo ilegal. Los gobiernos tienen la obligación de combatir la ilegalidad. No es una cuestión opcional. “Claudicar no es opción”, dijo Calderón en su informe el 2 de septiembre de 2011. Claudicar, para el gobierno, es violar la ley, es dejar de hacer su trabajo.
Pero… hay un gran pero. Todos los días se levantan voces que dicen: “No es la estrategia correcta”. ¿Mencionan alguna estrategia alternativa? ¡No, nada qué ver! Solo dicen que no es la correcta. ¿Por qué lo dicen? Porque a los medios les fascina ser atractivos, que la gente los vea y no hay nada que más les guste que exaltar los resultados de la violencia entre los armados de los carteles. Ya llegamos a casi 50,000 personas (se incluyen los 60 del Royale) que han muerto debido a los grupos que se enfrentan —con o sin Ejército, Armada y Policías— disputando territorios o sentando precedentes.
¿Siempre fue así? La realidad es que no lo sabemos. Pero supongamos que no. Supongamos que hoy la cosa es más candente debido a que el gobierno decidió cumplir con la ley, en vez de esconder la cabeza y simular que gobierna (como lo hacen ciertos gobiernos de cierto partido). ¿Es correcta la estrategia?
Calderón y su equipo se han esforzado día a día por hacer las cosas con el más absoluto respeto a la legalidad y a los derechos humanos. A pesar de ellos, los detractores recurren a las violaciones cometidas por los cuerpos “que deberían estar en sus cuarteles pero no en las calles”.
¿Sabrán los que así hablan que hubo una era en México en la que la forma de combatir a los delincuentes peligrosos era enviándoles cuerpos secretos cuya encomienda era acabar con los maleantes y ya? Hoy, en cambio, Calderón tiene que enfrentarse a lo que él mismo llamó la verdad real y la verdad jurídica. ¿Deberá Calderón adoptar el método de Nazar Haro? A este nadie le hacía obedecer derecho humano alguno.
¿Es ese el cambio de estrategia que están pidiendo? Aclaren, porque en la actual estrategia hay el máximo nivel de respeto a la legalidad.
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