Que México es líder en facturación electrónica
El comunicado de prensa 178/2011 del SAT, de fecha 27 de octubre, afirma que el país es ahora “líder mundial en facturación electrónica”. Es interesante conocer que se han facturado 2300 millones de operaciones de venta en esta modalidad.
La semana pasada decíamos que los mexicanos “somos expertos en echar a perder las cosas”. Afirmábamos que habíamos analizado la trayectoria de la facturación electrónica desde 2005 hasta 2010. Fue en la última parte de 2010 que el SAT anunció que quienes no facturaran electrónicamente durante ese año, ya no tendrían derecho a hacerlo a partir de 2011; deberían hacer uso de los PAC: Proveedor Autorizado de Certificación. Es algo así como una entidad en la que el SAT confía. Y esta confianza se vende: los PAC cobran por ella.
En el boletín que nos llegó, el SAT afirma que todos los PAC tienen una “modalidad sin costo”. Los PAC con los que hemos tenido contacto no han ofrecido, hasta ahora, una sola modalidad sin costo. Tienen escalas para cobrar sus servicios. La realidad es que no sería correcto que alguien sea obligado a dar un servicio sin cobrar por él.
Lo que no vemos correcto es que la modalidad CFDI exista cuando la única que debería existir es la modalidad CFD. El boletín habla de la certeza en la validez del CFD —los 2300 millones de facturas electrónicas hechas, fueron CFD mayoritariamente— lo cual es cierto: al recibir un CFD, el receptor lo somete a prueba en el portal del SAT y obtiene respuesta inmediata. Así valida el sello digital que el emisor del CFD colocó. El sello, para ser válido, toma en cuenta todos los datos del CFD. Por lo tanto es imposible utilizar un CFD con un sello falso a nombre de un receptor inválido.
En realidad lo que sucedió es que los emisores de facturas de México —en su gran mayoría, mini empresas— no estaban aún capacitados —en sus sistemas informáticos— para emitir CFDs. Sucedió también que los peces gordos se pusieron a exigir detalles sin valor productivo en la representación impresa del CFD a los peces pequeños. “O me haces la factura como te la pido o no te la acepto”, es el sentido de la instrucción dada.
El boletín confirma lo que sostenemos: los mexicanos echamos a perder las cosas. El SAT propuso un método práctico que hoy ya no es el general. Ahora hay que recurrir a un PAC, un intermediario. En el boletín hablan de 34 PACs y de 350 mil empresas que ya facturan electrónicamente. El asunto es que todas las emisoras mexicanas de facturas —¿1.5 millones?— deberán pagar a un PAC por algo que no debería costar un centavo.
Comentarios
¿Podríamos pensar en una especie de "Banca Fiscal"?
Gracias por su interés, JLP.