Los peligros de la inteligencia
(Ironizando por la tarde... )
La gente inteligente es un peligro para la sociedad. Muchas veces las personas con mayor capacidad de pensar, de analizar y de descubrir lo que hay detrás de las estructuras, son personas que corren graves riesgos de finalmente acabar como gente incapaz de adaptarse a la vida normal social.
Los que no se adaptan debido a que no quieren aceptar la necesidad de obedecer las leyes, respetando la propiedad de los demás, van a la cárcel cuando cometen delitos y se les descubre.
Entre esos, todos ellos gente que no está bien adaptada, unos son guardados en las cárceles porque, dejarlos afuera, es hacer que todos los demás corran el riesgo de caer víctimas de los delitos que intentarán cometer en cuanto sientan que tienen una oportunidad.
Los otros, los "inteligentes" tienen el grave peligro de destruir las estructuras de la sociedad, lo cual es mucho más grave. Para que eso no suceda, el sistema trata de mantenerlos contentos, sumidos en sus elucubraciones y los pone a todos ellos a parlotear entre sí en eventos que llaman debates.
¿Qué es un debate? Digamos que es un evento al cual invitan a participar, como debatientes a personas que gustan de hablar en público, escribir artículos, novelas, películas o documentales en los que ponen en entredicho la validez de la organización social.
Estos argumentos sustentan la tesis de que el malestar de la sociedad tiene su origen en obligar a los seres humanos a vivir de acuerdo a normas que no están de acuerdo con los fundamentos biológicos del ser humano.
Últimamente han salido varios libros, con bastante sustento científico y apoyo de muchos hombres y mujeres de ciencia, que respaldan la tesis de que las estructuras sociales creadas no están de acuerdo con los requerimientos biológicos fundamentales de los seres humanos.
El argumento sustenta que los seres humanos son capaces de adaptarse a cualquier forma de vida, porque tienen un cerebro grande, complejo, capaz de racionalizar la forma en que viven como la deseable o la que conviene vivir, a pesar de que estando dentro de esa forma, ellos mismos se sientan en malestar constante.
Las personas con menor capacidad intelectual aceptan los cánones sociales como si estos fueran inamovibles, como si se tratara de normas creadas por alguna deidad o inteligencia superior que "sabía" lo que estaba haciendo y por eso los humanos, simples mortales, no tienen "derecho" a cuestionar lo que ha sido dado a ellos como una instrucción "divina".
Son dos posturas radicalmente diferentes y muy difíciles de conciliar. Entonces se ha dado ahora la proliferación de una actitud de "respeto" a lo que cada quien desee pensar. No es importante que lo que piensas sea una barrabasada, lo importante es que tienes derecho a pensarla porque te asiste la "libertad de pensamiento".
Ante dos posturas tan radicales, se opta por la del "respeto absoluto". Todos tienen derecho a tratar de de que algunos se convenzan de las visiones que tienen de la sociedad. La primera persona habla siempre de sus experiencias personales y de su sentimiento personal con respecto a lo que cree. Los demás, los que no lo creen idéntico, es porque, se dice, "no han tenido la esperiencia". Por más difíciles de probar que parezcan esas posturas disparatadas, todos debemos "respetarlas" porque todos tienen derecho a disfrutar de "libertad de expresión y de pensamiento".
Pero, en este ambiente, ¿cómo se puede crear un diálogo para establecer el punto más cercano a la realidad que podamos? Es obvio que tantas posturas nos están indicando que la realidad en este tema está difícil de ser captada. Como se trata de cuestiones que atañen a todos, nadie tiene que ser un experto en el tema para opinar, cosa que no sucede con la investigación científica y matemática, que requiere preparación y mucha profunidad para comprender el sentido de los problemas definidos.
Es obvio que la cuestión solo está empezando ahora. Quedan miles de horas-hombre de conversaciones hasta llegar a encontrar algo que pueda ser atractivo para todos.
La gente inteligente es un peligro para la sociedad. Muchas veces las personas con mayor capacidad de pensar, de analizar y de descubrir lo que hay detrás de las estructuras, son personas que corren graves riesgos de finalmente acabar como gente incapaz de adaptarse a la vida normal social.
Los que no se adaptan debido a que no quieren aceptar la necesidad de obedecer las leyes, respetando la propiedad de los demás, van a la cárcel cuando cometen delitos y se les descubre.
Entre esos, todos ellos gente que no está bien adaptada, unos son guardados en las cárceles porque, dejarlos afuera, es hacer que todos los demás corran el riesgo de caer víctimas de los delitos que intentarán cometer en cuanto sientan que tienen una oportunidad.
Los otros, los "inteligentes" tienen el grave peligro de destruir las estructuras de la sociedad, lo cual es mucho más grave. Para que eso no suceda, el sistema trata de mantenerlos contentos, sumidos en sus elucubraciones y los pone a todos ellos a parlotear entre sí en eventos que llaman debates.
¿Qué es un debate? Digamos que es un evento al cual invitan a participar, como debatientes a personas que gustan de hablar en público, escribir artículos, novelas, películas o documentales en los que ponen en entredicho la validez de la organización social.
Estos argumentos sustentan la tesis de que el malestar de la sociedad tiene su origen en obligar a los seres humanos a vivir de acuerdo a normas que no están de acuerdo con los fundamentos biológicos del ser humano.
Últimamente han salido varios libros, con bastante sustento científico y apoyo de muchos hombres y mujeres de ciencia, que respaldan la tesis de que las estructuras sociales creadas no están de acuerdo con los requerimientos biológicos fundamentales de los seres humanos.
El argumento sustenta que los seres humanos son capaces de adaptarse a cualquier forma de vida, porque tienen un cerebro grande, complejo, capaz de racionalizar la forma en que viven como la deseable o la que conviene vivir, a pesar de que estando dentro de esa forma, ellos mismos se sientan en malestar constante.
Las personas con menor capacidad intelectual aceptan los cánones sociales como si estos fueran inamovibles, como si se tratara de normas creadas por alguna deidad o inteligencia superior que "sabía" lo que estaba haciendo y por eso los humanos, simples mortales, no tienen "derecho" a cuestionar lo que ha sido dado a ellos como una instrucción "divina".
Son dos posturas radicalmente diferentes y muy difíciles de conciliar. Entonces se ha dado ahora la proliferación de una actitud de "respeto" a lo que cada quien desee pensar. No es importante que lo que piensas sea una barrabasada, lo importante es que tienes derecho a pensarla porque te asiste la "libertad de pensamiento".
Ante dos posturas tan radicales, se opta por la del "respeto absoluto". Todos tienen derecho a tratar de de que algunos se convenzan de las visiones que tienen de la sociedad. La primera persona habla siempre de sus experiencias personales y de su sentimiento personal con respecto a lo que cree. Los demás, los que no lo creen idéntico, es porque, se dice, "no han tenido la esperiencia". Por más difíciles de probar que parezcan esas posturas disparatadas, todos debemos "respetarlas" porque todos tienen derecho a disfrutar de "libertad de expresión y de pensamiento".
Pero, en este ambiente, ¿cómo se puede crear un diálogo para establecer el punto más cercano a la realidad que podamos? Es obvio que tantas posturas nos están indicando que la realidad en este tema está difícil de ser captada. Como se trata de cuestiones que atañen a todos, nadie tiene que ser un experto en el tema para opinar, cosa que no sucede con la investigación científica y matemática, que requiere preparación y mucha profunidad para comprender el sentido de los problemas definidos.
Es obvio que la cuestión solo está empezando ahora. Quedan miles de horas-hombre de conversaciones hasta llegar a encontrar algo que pueda ser atractivo para todos.
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