Fracaso en Yucatán por culpa del «gran calumniador»
Es inútil que te pasen frente a los ojos palabras, si cada día crees menos de lo que lees, oyes o ves en los medios. Este es un medio. Por lo tanto, entra dentro de la clasificación de eso que tú hoy ves con ojos de duda. No se te puede culpar. Has sido bombardeado con cientos de mentiras o verdades «a medias» —que vienen a ser, algunas veces, peores que las mentiras completas. En efecto, quizás las mentiras muy grandes sean tan burdas, que nadie se las cree; pero cuando se miente con verdades parciales —usando sucesos reales, pero acomodándolos con datos falsos— entonces muchos más caen con toda «inocencia» en garras del calumniador. Y en Yucatán hemos tenido un gran calumniador, que nació con dinero público, vivió mucho de esas mismas fuentes, y hoy, con los del partido que lo crearon —para acallar al Diario de Yucatán , como lo solicitó la gobernadora de ese momento— volverá, seguramente, a disfrutar de las dulces mieles de fondos generados por todos los contribuyentes mexicano...